Me sorprenden las luces de un nuevo y flamante día releyendo, por un lado, la inmortal (por èpica) “Crónica de los Almogavares” de Raimon Muntaner (en catalán, por cierto) y, por otro, ese libro maravilloso “Problemi dello sviluppo economico”, de mi economista italiano de referencia (cuando digo italiano quiero decir siciliano o sureño, del Mezzogiorno vamos…) el gran (y olvidado) Paolo Sylos Labini, un economista schumpiteriano en origen, neo-keynesian en actitud, ricardiano en su obervación y observador, muy observador en sus reflexión…, lo que lo sitúa en la órbita del clasicismo smithsoniano, pero con ese puntito canalla del economista periférico que tiene que lidiar cotidianamente con el paro, el subdesarrollo, el subempleo y otras formas de miseria, modalidades de lo que un optimista podría considerar como “No crecimiento”, lo que lo hace actual, terriblemente actual…
Mientras un cielo diáfano, polarizado de azul, se yergue poderoso e incontestado sobre el firmamento me pregunto qué vinculación hay entre ambos libros que me embelesan hasta emocionarme, el uno por su épica (el de Muntaner) y el otro por su capacidad descriptiva de nuestra actual realidad socioeconómica…., Si, porque en esa idea económica cenital del “empleo precario” propuesto por Sylos Labini (1970) para describir la situación de grandes masas de población, basada en la certeza o incerteza del ingreso a partir de un empleo incierto ya sea por su duración (temporalidad) por su fragmentación (parcialidad), por su regulación (es decir no regulación o despido libre, como pasa hoy aquí y ahora, para qué jugar a los equívocos) y por sus salarios de supervivencia…, idea que parece definir (incluso con inusitada perfección) las coordenadas vitales de un gran sector de la población española y andaluza…
Me explico: si resulta que del 100% de la contratación laboral realizada durante el mes de Agosto de este 2014 en nuestra soleada, pero menos, Andalucía (247.656 contratos) el 97% (239.655 contratos) son temporales, abundando sobremanera los de corta (o muy corta) duración de esa contratación temporal, dándose además un preocupante mestizaje entre contratación temporal y contratación a tiempo parcial no voluntaria, pues va a ser que si….,
puesto que a la postre esas formulas “flexibilizadoras de las rigideces laborales” que en los países centro europeos y nórdicos tiene un claro matiz coyuntural orientado a incorporar a la población activa ocupada a grupos de difícil empleabilidad (jóvenes, mayores de 45, marginados, inmigrantes, jubilados, etc.) y a posibilitar tanto la integración como la conciliación sociolaboral de un sector significativo de la población femenina, (part-time jobs, etc.), en nuestro país parecen presentar un claro sesgo estructural, en el sentido de “esto es lo que hay”… y las lentejas ya se sabe la disyuntiva que plantean…
Y ese “esto es lo que hay”, puede ser entendido desde diversas ópticas: si apostamos por el cortoplacismo (un poco estrábico), lo que en términos cinematográficos seria un primer (o primerísimo) plano, un close-up, esto podría ser incluso una buena noticia…. Ya que: uno, se está creando empleo y, dos, se está creando más empleo que durante el agosto de 2013 (un +6,75% para ser exactos), con lo que la gráfica iría pa’ arriba vamos…
Como todas las emociones el optimismo (aunque sea miópico) es contagioso y alguien, alguno, algo podría pensar que estamos por fin…, saliendo de la crisis…, que de todo tiene que haber en los campos del señor, oiga…. Pero si abriésemos un poquito más nuestro campo de visión, introduciendo una serie temporal, lo que se observaría con cierta claridad seria que esas tendencias tradicionalmente muy acentuadas en el mercado de trabajo español (no digamos en el andaluz) al subempleo (trabajo parcial), al empleo precario, al trabajo autónomo, al autoempleo, al trabajo en “negro” y al paro estructural (para que engañarnos, si en el mejor momento del empleo en España, año 2007 habia asegún la EPA dos millones, dos de parados…) tendencias que nos diferenciaban (en el sentido de alejarnos) de los países europeos. Tendencias que, de igual manera, nos acercaban a nuestras américas, porque de “economía informal” en definitiva se trata…
Pues bien, lo que evidencian los datos es que esas situaciones de “informalidad” o de “imperfecta inserción sociolaboral” en vez de ir achicándose (lo cual sería un buen síntoma) se están engrandeciendo, pasando de ser “extraordinarias” a “ordinarias” por cotidianas y, lo que es peor, convirtiendo la excepción, en regla…
Si a lo anterior añadimos que entre el 50%-60% de los trabajadores españoles (en torno a los 8 millones de personas) no llegan ni a mileuristas en sus nóminas mensuales y que el 30%-35% de esos mismos trabajadores españoles ganan menos de 645€, e decir del salario mínimo interprofesional (creo recordar que se llamaba así…) pues la cosa como que se pone fea, mejor dicho, antiestética….Y si estos datos quien los aporta es la Agencia Tributaria pues ya me dirán, ya…, porque salarios de subsistencia significan que las posibilidades de consumo y ahorro de la renta (proveniente del Salario) son como que muy estrechitas para un sector muy significativo de la población española, dibujándose a través de mi ventana un panorama de vidas baqueteadas, “a salto de mata”, pluriempleos (para los afortunados), consumos básicos (y no consumos para los menos afortunados), tengo luego compro, no tengo luego no compro…, produciéndose una situación muy latinoamericana de “estrechez de mercado”, quien nos lo iba a decir…
Un panorama, ciertamente, poco navideño (por no decir halagüeño) para muchos (y yo el primero) y muy estadounidense en lo social con clases altas y poderosas, enrocadas en sus urbanizaciones y castillos frente a una mayoría en precario, no necesariamente pobre pero si llamada a la pobreza a medio y largo plazo. Así que podríamos hablar de una situación de Precariedad Estructural y el oxímoron es lo que tiene: la contradictio in terminis…
Si abrimos un poquito más el objetivo y alcanzamos el gran angular, lo que se percibiría no sería una crisis económica sino una reconfiguración del “Trabajo”, de la Renta y en definitiva de la Sociedad, es decir del mundo en el que nacimos y crecimos y en el que cada vez será más difícil reconocernos… una suerte de destrucción creadora schumpiteriana, pero no solo de empresas sino del conjunto de las instituciones y de la sociedad…. En estos momentos, es difícil percibirlo, lo entiendo, porque es como mirar en la niebla: no se reconocen las formas aunque el perímetro de los volúmenes se haga cada vez más evidente….,
Llegados a este punto parece claro que esta transición (acelerada y traumática) al mundo global (donde la única ley es la de la selva, no lo olvidemos) se hace cada vez más nítida, por mucho que se niegue desde gobiernos, instancias oficiales y mass media que en ese juego de abalorios y confusión que practican diariamente, tratan de negar la evidencia ejerciendo de trileros mediáticos, aunque se les vea el plumero (y el pelo de la dehesa)…
Porque si el modelo productivo “real” es el de orientación exportadora de materias primas agropecuarias más o menos transformadas, servicios de bajo valor añadido y manufacturas ensambladas, modelo sustentado tanto en el bajo coste de la mano de obra (y en las malas condiciones laborales dado el enorme ejército de reserva de mano de obra existente, de buena formación…) como en el stock de infraestructuras existente, no pongo en duda de que vamos a ser muy competitivos…, produciremos más, exportaremos mas y todo eso… pero resultará muy difícil (casi que imposible) mantener el Estado del Bienestar y sus prestaciones (Pensiones, desempleo, prestaciones SS, etc.) justo lo que distingue a Europa de lo que no lo es… si hay que financiarlo con las cotizaciones de los activos ocupados como hasta ahora se ha venido haciendo… y eso no va a tardar mucho, me temo…
Y esto va pa’ largo señores…, la precariedad estructural va a ser duradera, incluso letal… si la combinamos con la nueva oleada de recortes que se perfilan para el 2016.., así que a ver si hay suerte, me equivoco y hago el más completo de los ridículos…, de momento están bajando el petróleo (un buen impulso para atenuar el déficit comercial…) y la prima de riesgo (lo que abaratará la financiación) pero el panorama es poco tranquilizador porque como lo veo yo estamos inmersos en un cambio de modelo productivo (y redistributivo) con un inmenso ejército de reserva de trabajadores de por medio… así que pintan bastos aunque los cubran de inocentes lucecitas navideñas…