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DENSA SOMBRA DE MALAGA

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Un sol malagueño, otoñal y con sobrepeso, reverbera en el añil infinito de esta mañana de Difuntos de un Noviembre, tan descafeinado y solariego, que no termina de creerse noviembre sino más bien un Julio fuera de lugar… Desde el coche ya se aprecian las formas airosas de palmas y palmeras que, en perfecta simbiosis con los volúmenes redondeados de los grandes árboles, van dibujando un perímetro protector, una suerte de frondoso cumulo-nimbus que sofoca con una gama de verdes, la “casa” de Amelia (Heredia Livermore, se entiende) y Jorge (léase Loring), queriendo proteger y ocultar a esa finca Concepción de las profanadoras coladas de cemento y hormigón que provenientes de presas y autovías, han puesto sitio a la Quinta, amenazando con fagocitarla durante el asedio….

Vano intento, es difícil matar el recuerdo, aunque solo sea un pequeño rescoldillo entre cenizas humeantes de esa Málaga decimonónica, rica, pujante y todopoderosa que enrocada en éste, uno de sus últimos enclaves se resiste a morir…

Hacía mucho tiempo que no venia por aquí, no me gusta profanar el pasado con las pisadas del presente…., seguramente porque el pasado pasó…, porque la nostalgia es un error…, porque lo mejor está por venir… que decía mi padre, clavándome sus ojos de metal…porque la infancia es la patria de la vida…, si fue mala es difícil de superar y si fue buena (Como en mi caso) resulta imposible hacerlo…, y porque como dice el Sabina nunca vuelvas al lugar donde fuiste feliz… Pero quién le decía que no a las granaínas… y por eso, en este día de Difuntos, desando mis pasos entre hileras de plátanos manchados de otoño, camino de la cupulita azulejeada del mirador.

Mientras mis amigas se hacen fotos, selfies, fotos, selfies, mas fotos y vuelta a empezar, que si en el puentecito…, que si en el templito…, que si este arbolito pie de elefante, que si con la ninfa que si con la palmera azul… No puedo evitar recordarme shaveita (niño-chico en lengua vernácula)”zinquieto”(hiperactivo) y goleó(Curiosón en malagueño, en el original) un niño algo mas que feliz que triscaba entre la yedra, bajo ficus y araucarias, explorando aquella intrincada selva, jugando con los niños de los guardas… lianas, arroyuelos, peces de colores, túneles de vegetación, nidos y pájaros por doquiera…, me emborrizaba en los senderos de tierra rojiza para agotado, refugiarme entre las raíces de los ficus, deteniéndome bajo su fronda.., densa sombra de Málaga…

Siempre me han fascinado esos grandes árboles, ficus inmortales y nistzcheanos, más allá del bien y del mal, doscientos años en pié, plantones que llegaron a Málaga, procedentes de ínsulas extrañas, arrumbados en la bodega de algún bergantín loringiano o arrumbados en la toldilla de alguna goleta herediana y aquí, en tierra fértil, arraigaron, pasando de mano en mano de la Concepción a San José y al Retiro (la Cónsula), territorios heredianos a la sazón y de ahí a las otras Quintas (la Virreyna, Quintana, Santa Clara…) islas que formaban un archipielago de relaciones e interacciones de “Clase”(muy alta se entiende), islas habitadas por heredias-livermore, larios, salamancas, grunds, chaix, rein, keromnes, etc., donde se daba cita la crême de la crêmesegun mi abuelita paterna. Ricos y poderosos si, pero con gusto, clase y estetica, a diferencia enorme, por cierto, de las actuales clases extractivas españolas (y catalanas) pelagatos, robaperas y mangantes en el mejor de los casos…

Descansando en el cenador de las glicinias, de las flores de la canela que decía mi abuela (cuanto adoraba Maria Teresa a Amelia, encarnación del buen gusto y del saber estar, según ella…) mis granaínas flipan con esa filigrana férrea, sofocada entre tallos arborescentes y flores, mientras destacamentos de turistas (o rebaños, según se mire…) iphone en ristre, atacan sin piedad por tierra, mar y aire…No creo que ni Amelia ni Jorge, epicentros económicos, sociales y, sobre todo, estéticos de esa Málaga industrial y burguesa, les gustase ver invadido y profanado su paraíso en la Tierra…, convertido en escenario de experincias turísticas, saraos, selfies y caterings mas o menos afortunados…

Paraíso a mis ojos muy deteriorado, por cierto… aunque guías, voceros y cartelitos reiteren profusamente lo contrario. Me explico: yo lo viví y conocí como tal selva, porque el originario jardín romántico ingles con el descuido y los años se había hecho tan tupido y frondoso que parecía otro mundo, un mundo insular y sombrío como los bambúes negros. Ahora con tantos caminos abiertos y tan pisoteados (por aquello de la accesibilidad) y todo tan recortado (o desbrozado, según se mire) se parece mucho al jardín de un campo de golf… aunque con ojos de realidad por lo menos no han construido pareados, ni adosados, ni chaflanes, que por estos pagos ya es tanto, oye…

Esquivando a grupos de turistas gozosos (y con flash) se le queda a uno un regusto amargo en los labios, era mejor no haber venido (y menos de Difuntos)… porque se van acumulando cenizas en el gaznate, porque no existen otros paraisos que los perdidos… porque en la Hacienda que fue centro y epicentro de la vida economica de Malaga (y de España) se ha montado una suerte de decorado de “lo que el viento se llevo” (pero de provincias…) que sin comentarios, oye…, todo sea por el turismo…

Pero no puedo evitarlo, todo eso junto y revuelto, me da fastidio, me gustaria soslayarlo, pero me da fastidio… ¿Nostalgia Loringiana? Para nada.., ¿La flor de la canela airosa que pasa del puente a la alameda? Todavia menos… ¿Nostalgia del pijo que nunca fui? como que no…

¿Entonces? pues historia económica de Málaga…, la tremenda frustacion de la isla industrial que quiso ser continente, con sus chimeneas en el rebalaje…. y no pudo ser, y no sera que no lo intentaron, pero no pudo ser… y de esa derrota tremenda venimos nosostros, del cierre de las siderurgias y de las ferrerias, de los textiles y de los telares que combinados con la filoxera supusieron una tremenda ruina, aliviada un poquito gracias a LA IPGM… mas o menos como ahora oye.. y como me contaba mi abuela quedaron las calles, las casas y poco mas… porque los protagonistas fueron muriendo y el resto se fue yendo, más o menos como ahora, oye….


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